Terapia Online
Las nuevas tecnologías al servicio de la salud mental
Ventajas de la terapia online
Una de las grandes ventajas de las nuevas tecnologías es que han permitido que podamos hacer terapia online. Si tienes un horario complicado (no es raro hoy en día, ¿verdad?), si vives lejos de mi consulta o tienes dificultad para trasladarte, si estás fuera de España (y por mucho que hables que de gloria oírte el idioma, necesitas poder expresarte en tu idioma, salvando además las diferencias culturales, que a veces son muy importantes), la opción de hacer terapia online nos va a permitir trabajar juntoas/as. Y aunque vivas al lado de mi centro, a veces resulta más cómodo hacerlo desde casa, en pijama, jejeje.
¿Qué necesitas para realizar las sesiones online?
- Para que la terapia online se de en con las condiciones necesarias, es preciso que cuentes una buena conexión a Internet (para no estar todo el rato “¿Me oyes? ¿Me ves?” que complica el desarrollo de la sesión), un ordenador, tablet o móvil.
- Un lugar en el que te sientas a gusto, con intimidad (en el que no te vaya a escuchar nadie que no quieras y así puedas hablar libremente sin filtrar y sin estar pendiente de que se te pueda oír).
- Si además tienes unos auriculares, mejor que mejor.
¿LA TERAPIA ONLINE Es igual de eficaz que la terapia presencial?
La terapia online ofrece la misma eficacia que la modalidad presencial, ya que la metodología de trabajo es la misma, con la ventaja de ahorrarte, por ejemplo el traslado o poder vernos aunque nos separen miles de kilómetros. Y es que, como decía antes, aunque se domine el idioma del país donde estemos, los la terapia en lengua materna sienta fenomenal (y salva los posibles sesgos culturales, que hay que tenerlos en cuenta). ¡Todo ventajas!
Fases de la terapia
Evaluación
El primer de nuestro trabajo, uno muy importante además, es hacer una buena evaluación, porque cada caso tiene sus características. En esta fase recogeré todos los datos necesarios para poder «armar» el tuyo.
FASE 1
DEVOLUCIÓN Y PLAN
Con toda es información, elaboro un análisis funcional de tu caso (que es LA herramienta de trabajo) y en la siguiente sesión te hago una devolución, te explico por qué te pasa lo que pasa y qué plan tenemos para darle caña.
FASE 2
INTERVENCIÓN
Es el momento de poner en marcha nuestro plan de trabajo. En cada sesión trabajaremos algunos de los aspectos relevantes para tus objetivos, te mandaré tareas para casa (sí, ¡tareas!) y repasaremos las que tengas hechas.
FASE 3
Seguimiento y fin
Cuando veamos que tus objetivos están ya en tus manos, o incluso antes si el caso así lo requisiera por motivos terapeúticos, iremos espaciando las sesiones. Finalmente, tras un tiempo sin vernos y si todo «sigue en su sitio», nos despediremos.
FASE 4
¿Tienes alguna duda?
Preguntas frecuentes | Psicóloga en Madrid
Lo primero que se hace es una buena evaluación, es decir, se recogen todos los datos necesarios para poder elaborar un análisis del caso y preparar una propuesta de intervención totalmente personalizada. Tras esa evaluación se realiza una devolución del análisis funcional, explicándote con ello por qué te pasa lo que te pasa y qué debemos trabajar para modificarlo, y se establecen los objetivos terapéuticos. Luego empezamos a trabajar.
Las sesiones suelen tener una periodicidad semanal. En cada sesión lo habitual es comenzar haciendo un repaso de la semana y de los «deberes» que tenías para casa (esta parte, que es “tu parte”, es fundamental en este proceso). Luego trabajamos el siguiente objetivo (o lo que sea que estemos abordando en ese momento), te explico conceptos y técnicas necesarias, y te propongo los deberes para esa semana.
No te asustes que no son nada inabarcable: suele tratarse de alguna lectura (4 o 5 páginas como mucho) sobre el tema que nos ocupa, algunos ejercicios escritos… Los deberes siempre, siempre, se explican en la sesión, así como para qué se pautan, cuál es su objetivo y por qué son recomendables para ti.
Esta es la pregunta del millón, igual que para los mecánicos es «Y… ¿por cuánto saldrá?». Y sí, yo tampoco te puedo decir ni cuánto te va costar lo del coche ni el tiempo que vamos a necesitar para que te pongas estupendo/a, al menos no sin conocer tu caso y haber hecho una buena evaluación y establecimiento de objetivos.
La duración de la terapia dependerá del caso en concreto, de tu implicación y de muchas variables que hacen que no pueda darte una cifra concreta a priori. Lo que sí te puedo decir es que el paradigma con el que trabajo se basa en intervenciones de corta duración que pueden ir de unas pocas sesiones en, por ejemplo, el caso de alguien que esté buscando orientación para un tema puntual, a unas cuantas más en casos más complejos. Una vez hecha la evaluación es posible hacer una estimación.
En cualquier caso, el objetivo siempre es realizar las mínimas sesiones posibles y que tú vayas aprendiendo, adquiriendo las herramientas necesarias para no necesitarme más. La autonomía del paciente es objetivo clave y forma parte de la ética que debe regir la práctica del psicólogo.
Esto de ir al psicólogo no es como en las películas (como casi todo, ¿verdad?): no hay diván, no soy un señor con bigote que toma notas sin mirarte a la cara y no, no te vas a pasar la hora mirando al techo divagando sobre el helado que te robó tu vecino cuando tenías 4 años. Y por supuesto no voy a cortarte en mitad de una frase, con hastío, para decirte que se nos ha acabado el tiempo.
En sesión hablaremos de aquellas cosas que sean relevantes y necesarias para lograr tus objetivos, y siempre con la máxima de que estés a gusto en consulta.
Lo primero, es fundamental que te sientas a gusto (y por lo tanto su trabajo será favorecer que eso suceda), que no sientas que se te juzga ni critica: una consulta psicológica no es espacio para ninguna de esas dos cosas, siempre debemos trabajar desde el respeto.
Tienes derecho a que te explique bajo que marco teórico trabaja y la evidencia científica que soporta ese paradigma, así como a que te justifique por qué te propone tal o cual técnica o estrategia.
El terapeuta guiará el proceso, dándote pautas, entrenándote en aquellos aspectos que sean necesarios y te explicará y ayudará a poner en práctica las técnicas y estrategias dirigidas a lograr tus objetivos. Pero lo que no hacemos es dar consejos, eso no es hacer terapia. Si un terapeuta te dice lo que tienes que hacer con tu vida, si te da consejos, ¡sal corriendo en dirección contraria!
La terapia de pareja sigue un proceso idéntico en estructura al trabajo individual (evaluación, devolución del análisis funcional y propuesta de trabajo, intervención, seguimiento y finalización), con ciertas condiciones propias por tratarse de un trabajo con varias personas.
En la primera sesión, conjunta, se exponen los motivos que os han llevado a venir a consulta (que pueden o no ser los mismos para ambos) y se trata de establecer un objetivo común para la terapia con el que ambas partes estén de acuerdo: trabajar para seguir con la relación, trabajar para tener una buena ruptura… Tras esto se realiza una evaluación por separado de cada uno de vosotros (es importante conocer a cada una de las personas que componen esa relación, cuáles son sus necesidades, demandas, dificultades…) y con toda esa información, y realizando un buen análisis funcional del caso, se elabora una propuesta de trabajo junto con los objetivos “específicos”. A partir de ese momento las sesiones se dedican a abordar los aspectos necesarios para que logréis dichos objetivos.
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