A partir de ahora voy a ir dejando por aquí los artículos que escribo en Bebés y más con algunos comentarios y reflexiones extra. ¿Te parece buena idea? ¡Espero que sí!
Hoy te dejo uno que me encantó escribir, porque es tierno y positivo, porque va de disfrutar de la vida: Cómo enseñar a tu hijo para que disfrute (mucho) de la vida. En él te cuento qué podemos hacer desde casa para que nuestros peques sean unos auténticos disfrutones de la vida… y de paso serlo nosotros también.
¿No te encanta la palabra «disfrutón»? En mi casa, en mi familia, se usa muchísimo… y se tiene como way of life. La vida que llevamos, con los horarios, las prisas y el estrés hace que a menudo pongamos el foco de atención en las tareas, en los pendientes…
Poco a poco vamos aplazando otras cosas «para después», para «cuando tenga un rato». Dirigimos nuestra mirada a lo urgente, y nos perdemos con ello los mil detalles que en el día a día pueden hacernos felices. Porque sí, existen. No es este sitio de pensamientos de unicornios y purpurinas emocionales, ya me conocéis, así que podéis imaginar que cuando hablo del disfrute de la vida, lo hago con toda la intención y conocimiento de que eso, de verdad, es un cambio de chip, un gesto, que nos hace más felices.
El «disfrutonismo» (nombre cero científico que me acabo de sacar de la manga) está muy relacionado con el optimismo que, lejos de ser algo de ingenuos, como a menudo pensamos, se trata de algo que correlaciona, también, con bienestar emocional. De ello hablé en otro artículo de Bebés y más que puedes leer si quieres aquí: Cómo enseñar a tu hijo a ser optimista.
Seamos unas disfrutonas
¿Eres una disfrutona? ¿Qué cosas pequeñas del día a día te dan ese punto de alegría?
A mí me encanta el ritual de acostar a los peques (las tres mil horas que tardan en dormirse no, claro): ayudarles con los pijamas y de paso hacerles cosquillas, abrazarles, el beso de buenas noches mientras les digo que ese beso me recarga la batería para el día siguiente…
A veces el cansancio, el bucle maligno del día a día, hace que nos perdamos esos momentos, pero a nada que redirigimos la mirada, a nada que prestamos atención, que nos esforzamos un poquito por buscar «lo bonico», lo encontramos. Y créeme, te cambia el día… y la vida.
Besitos de madre disfrutona A TOPE.
PD: ¿Hay algún tema del que te gustaría que hablase? Déjame tus ideas en los comentarios y en cuanto pueda, ¡a por ello que voy!
¡Buen fin de semana!
Imagen: Freepik.es
7 respuestas
Nunca había escuchado es término «disfrutón», y te lo voy a pedir prestado porque me gusta mucho. Mi momento disfrutón preferido con mi hija de 1 año son los fines de semana, cuando se despierta, bien temprano siempre, la traemos a la cama para intentar que vuelva a dormir, ese despertar con ella es maravilloso.
En unos meses incorporamos a la segunda niña a la familia, a ver cómo consigo dividirme en 2 para sacar esos momentos disfrutones con las dos peques!!
Me encantas!
Si te paras a pensar son obviedades, pero a veces pasa eso, que no nos paramos y nos metemos en ese bucle del que no podemos salir.
Gracias por hacerme parar y pensar y ahora… A DISFRUTARRRRRRRRRRRRRRRRRRR!
Besitossssssss.
¡Totalmente! Exactamente es lo que dices: hay que pararse a pensar, porque son cosas de lo más mundanas. Gracias a ti por leerme, guapísima, de verdad!
Un besote grande!
Yo creo que los peques son muy disfrutones y si tenemos tiempo para disfrutar con ellos, es de lo mejor. Yo cogí reducción de jornada porque mi madre me decía que de lo que más se arrepiente en esta vida es de no haber podido disfrutar más de mi infancia. Así que yo lo tenía claro!!!! Disfruto mucho por ejemplo de ir a buscarle al cole y de pararnos a cada metro a ver unas hormigas, saltar unos escalones…..slow life
Los peques son unos disfrutones totales, pero a veces con el bucle del día a día y las prisas, como dices, nos perdemos cosas nosotros y con ello le trasmitimos mensajes, aprenden de lo que ven que hacemos. Por eso poner el foco en estas cosas pequeñas es tan importante, porque disfrutamos en el momento pero también estamos educando. La vuelta del cole sin prisas es maravillosa, ¡claro que sí! Gracias por comentar, Bea.
Hace 4meses que nació mi hijo, y todavía ando perdida , me cuesta dividir mi tiempo entre él y su hermana de 3 años. Consejos para partirme por la mitad y no morir en el intento estarían bien. Y de paso para no perderme a mi misma..
Hola, Sandra! Ay, cómo te entiendo! La llegada del segundo a menudo trae consigo esta sensación. Tomo nota y en cuanto pueda me pongo con ello. Mil gracias por leerme y por pedir, ¡ole! PD: ánimo, estos primeros meses son complicados, pero luego remonta la cosa, lo prometo.