BLOG

Mi cuento sobre sexualidad infantil: Gustirrinín

Por fin puedo enseñaros mi último trabajo, uno que he hecho con muchísimo amor, respeto y cariño porque en él se unen dos elementos que adoro: mi profesión y los niños. Se trata de un cuento sobre sexualidad infantil: temazo, ¿no?

Sí, sexualidad infantil… porque la tienen, nuestros peques son seres sexuados (todos lo somos) desde el nacimiento. Es un tema que os pone bastante nerviositos a los papis porque da vergüenza, pudor… Porque a veces vemos que hacen cosas y no sabemos si son «normales», o no tenemos claro cómo abordarlo para que, precisamente, no entiendan que nos parece algo malo, ¿verdad?

Es importantísimo que sepáis que es ABSOLUTAMENTE NORMAL que los peques se toquen, forma parte de su desarrollo afectivo-sexual esperable. Así que, de entrada, ¡tranquilidad, amigas! 

Más abajo os voy a soltar un poquito de chapa sobre educación afectivo-sexual con peques, pero antes dejadme que os presente a Gustirrinín. ¡Tachán!

Cuento sobre educación sexual infantil

 

¿Qué te parece? Ay, ¡espero que te guste! El cuento está escrito para los niños, con humor (¡espero que les haga gracia!), y la idea es que sea una herramienta para:

  • Normalizar la conducta.
  • Darles la oportunidad de hablar de ello con nosotros.
  • Para que a nosotros, los papis, nos de menos reparo sacar el tema porque ya lo hace el cuento, jejeje.

Si lo quieres puedes aquirirlo en la web de la propia editorial MINIS, va en un pack con otros cinco cuentos por, atenta, ¡8 euros! Forma parte de una colección de la Editorial MINIS, un proyecto que lanza cuentos infantiles que son, de verdad, una delicia.

Taller de Educación afectivo-sexual (para papis de niños en edad preescolar) en Madrid

Dicho esto, quisiera aprovechar para deciros que ahora mismo no me da la vida para hacer nuevas ediciones del Taller de educación afectivo-sexual para papis de peques en edad preescolar, peeeeeero abro las plazas para el primero presencial del 2019 que tendrá lugar el sábado 9 de Febrero en mi sala en Moratalaz (Madrid).

Si estás interesada puedes escribirme a contacto@mamenjimenez.com o hacerlo a través de este formulario indicando el nombre del taller y el número de plazas que quieres. El precio por persona es de 24€ y tiene una duración de dos horas y media (aprox.). Las plazas son limitadas (me gusta que estemos poquitos para que lo aprovechéis bien, jejeje).

Un poco más adelante, ya lo anunciaré, habrá versión online de este taller, por si Madrid, o la fecha, os pilla regular.

Desarrollo afectivo-sexual en edad preescolar

Alrededor de los 18 meses (entre los 18 meses y los 3 años) los niños empiezan a tomar conciencia de su cuerpo, y al descubrir ciertas partes también descubren que está rico tocarse ahí. Es importante que los padres nos lo tomemos con calma y que no nos agobiemos, porque se trata de algo natural.

Os cuento:

A menudo nos da pudor porque claro, pensamos en sexo desde el punto de vista adulto y la sola idea de que nuestro querido retoño, nuestro amor pequeño e inocente haga cosas… ¡ay! Pero es que el sexo, la sexualidad, infantil no tiene nada que ver con la adulta.

Los niños no tienen el componente erótico, sensual, que le ponemos nosotros al sexo, ¡ellos se tocan porque les gusta! Está exactamente al mismo nivel, en la misma categoría, de lo que les gusta comer pasta o el vértigo que les da montarse en el columpio. También hay veces en las que se tocan porque, además de darles gustirrinín, es algo que les relaja.

¿Cómo hablo de ello con mi hijo?

Cuando hablamos de educación sexual solemos pensar en «la charla» con nuestro hijo ya adolescente, ¡pero no podemos esperar tanto! Como decía, los humanos somos seres sexuados desde pequeños, y por tanto en nuestro papel de padres debemos atender a esa educación desde el principio, de la misma forma que nos preocupamos de alimentarles o de enseñarles a cruzar la calle.

Una buena educación afectivo-sexual está ligada a una buena autoestima, mejor autoimagen corporal, a una actitud positiva hacia el sexo (lo cual no significa que quieran más, sino que lo entienden como algo natural, y por tanto son capaces de tomar el control de cuándo y como), etc.

Todo esto lleva, además, a una mayor protección frente a posibles abusos (que no es tema baladí) entre otras cosas y a que, ya de adolescentes, haya menos prácticas de riesgo, menos enfermedades de transmisión sexual, menos embarazos no deseados…

Como ves merece la pena, mucho, abordar el tema. Pero calma, que no hay que sentar a nuestra criatura con dos añitos y tener «la charla»… Cuando son tan pequeños podemos aprovechar las actividades del día a día para ir tratando el tema.

Por ejemplo:

Y cuando se toca… ¿Qué hacer cuando nuestro hijo se toca?

Lo primero es intentar no fibrilar. Respira y, de verdad, recuérdate que no hay erotismo, que lo hace por puritito gustirrinín.

Si nuestro hijo se toca no debemos ridiculizarle, enfadarnos o censurarle: esto le transmitirá la idea de que algo malo pasa con el sexo, y eso no nos interesa. Lo  tabú se asocia con secreto, con sucio, unas cualidades que son caldo de cultivo para lo que ningún padre queremos que pase…

Un niño al que se le habla con naturalidad de su cuerpo, que lo entiende como suyo, que maneja conceptos como intimidad, privacidad y respeto, es un niño que intentará poner límites, que te contará todo lo que sucede… Un niño al que le dejamos desarrollarse sin coacciones ni censuras es un niño que va a entender que su cuerpo no tiene nada de malo, ¿no es un gran mensaje ese?

Ahora bien, que sea una cosa natural no significa que haya que dejarles hacer lo que les salga del bongo donde les salga del bongo: precisamente nuestra labor está, como decía, en enseñarles los conceptos de intimidad, privacidad, respeto… Así que:

  • Si se toca no debemos regañar o censurar, sino educar y acompañarles en su desarrollo, con respeto. Eso sí, es importante enseñarles que antes y después hay que lavarse las manos, especialmente en el caso de las niñas para evitar infecciones.
    • Si se toca en el salón o delante de visitas le explicaremos que el mejor sitio para eso es en privado, en su cuarto.
  • Si se toca en público debemos explicarle que los genitales* son algo privado, de manera que si le gusta tocarse, el sitio para hacerlo es en casa, en su cuarto, y con las manos limpitas. (*con su nombre, que para eso lo tienen: pene, vulva)

¿Cuándo debe preocuparnos que nuestro hijo se toque?

En la mayoría de las ocasiones: nunca. Ahora bien, hay algunas situaciones en las que sí conviene prestar un poco de atención y/o intervenir, por ejemplo:

  • Si el niño dedica cada vez menos tiempo a jugar y más a tocarse.
  • Si nos cuesta que abandone la actividad (imagina que le llamas para cenar y nada, y otra vez y nada… Y después de cenar se pone otra vez, y no quiere lavarse los dientes porque está en faena…).
  • Si le notamos especialmente nervioso, que lo hace de manera compulsiva o violenta (ya no es relajado, sino eso, como enfadado o agitado).

En estos casos, o siempre que haya algo que te preocupe, lo mejor es acudir a un profesional (como yo misma, jejeje), te vas a quedar mucho más tranquila.

Bueno, eso es todo. ¡Menuda parrafada os he soltado hoy! Ay, es que me encanta este tema y además me parece taaaan necesario hablar de ello… ¡Gracias por leerme!

Besos de madre autónoma cansada pero contenta

 

4 respuestas

  1. Lo primero, cuentos MINIS comprados!!! he entrado en el enlace y me han parecido tan re-que-te bonitos…que no me he resistido a la tentación, a ver si llegan para Reyes…para mi nena.
    ¡¡Qué no veas que nena!! yo que me las daba de madre experimentada, 🙁 mi niño mayor me lo había puesto todo muy fácil y nos lanzamos alegremente a por la 2ª…

    1. Jajaja eso pasa, que cuando ya tienes uno te crees que lo sabes todo y, sorpresa, cada niño es un mundo (me ha pasado, jajajaja). Espero que te guste Gustirrinín, y a tu nena, claro. ¡Ya me contarás! 😉

  2. ¡Oleeeee! Enhorabuena. Qué guay lo del cuento. Me tengo que hacer con él. Además es que me encantan los Minis y tenemos bastantes.
    Ya sabes que para mí este tema es importante y que, no tanto en cuanto a sexualidad pero sí en cuanto a prevención, lo trabajo en casa con el pollo mayor. Gracias por estos consejos. Y la vulva, por favor, vulva. Es que no son ya los eufemismos, es que la gente dice vagina.

    1. Que te guste a ti, precisamente siendo pro de esto, es un honor, nena. ¡Gracias! Los Minis son maravillosos, por eso ha sido especialmente guay hacer este cuento, ¡tengo un Mini!
      PD: totalmente, ya no es que no se diga el nombre, es que la vagina y la vulva… ¡no son lo mismo! En fin, que queda trabajo por hacer, ¿verdad? Besicos!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ENTRADAS RELACIONADAS

* Esta soy yo *

Foto de Mamen Jiménez en su consulta, sonriendo, y con un vestido rojo

Psicóloga (tengo mi consulta, doy talleres y charlas...), bimami (10 años y 6 años, ole), escribo y dibujo sobre psicología, pareja, maternidad... y lo que surja (o me dé tiempo). Podría vivir a base de gazpacho.
¡Bienvenida!

* Buscar *

Buscar

¿Quieres que hable de algún tema concreto en el blog?

* Categorías *

* CON HONOR *