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La mutación maternal *

* Y de padres (menos los relacionados con el embarazo, esos no, esos sólo son de madre Jijiji)

Junto con la maternidad se produce un fenómeno que no por ser frecuente es menos llamativo: la transmutación cerebril. Tú tienes una edad, y te crees que te conoces: sabes qué te gusta y qué no, qué te hace gracia, qué pelis te van y cuáles no piensas ni ver… Pues todo eso se va al carajo en cuando tienes un niño. Tu cerebro pasa de ti y se transforma, elige por ti… y así nos va.

 

No se sabe por qué (aunque yo apuesto por la hipótesis de «la falta de sueño seca el cerebro y el embarazo es la monda«) pero de la noche a la mañana te encuentras con que haces cosas que no son tú. No es grave, doctor, pero raro, raro es de cojones. Veamos algunos puntos maravillosos:
  • Olfato: Llevabas 15 años usando el mismo perfume, era tu marca personal, tu olor… Pues ahora lo detestas. Lo odias. Ascoputo en frasco. Prefieres bañarte en Varón Dandy en vez echarte dos gotas del tuyo. Restriégame en ajo, amor, que me da menos cosica que el Chanel.
  • Gusto: Esto se da en dos direcciones, a saber, cosas que te encantaban y ahora no puedes ni ver, y cosas que odiabas y ahora te arroban estomacalmente. En mi caso, y es muy lamentable, yo era de esas personas raritas a las que no les gustaba el chocolate. Pues bien, durante el embarazo si hubiera podido hacerme una cama de chocolate para ir comiéndomela dormida, creedme, lo habría hecho. ¿Lo peor? Esa afición chocolatil nunca se fue, la puñetera, y aquí sigo, soñando con una almohada de rico rico… mmmmm, chocolate!!! Ya me podía haber dado por la coliflor o la lombarda (ummmm, lombarda con chocolateeee).
  • Emociones -supremamente- a flor de piel (el bizcochismo maternal y paternal): No importa que fueras de lágrima fácil o una roca inmutable, tras la llegada del retoño la lista de cosas susceptibles de hacerte saltar la lagrimita empieza a tender al infinito. ¿Poner las noticias? Llanto asegurado. ¿Esa peli romanticona que te hacía sonreír? Ahora llorarás desde el primer fotograma (porque hay que ver cómo se quieren, es que es muy bonito todo, y el mundo, el mundo también es bonito, pero duro, ay, ojalá su amor no se acabe jamás… Y así toda la peli. Bueno, y ni menciono lo que pasa cuando ves pelis dramáticas o de terror -que antes te encantaban- en las que salen niños, porque eso es de juzgado de guardia llantil). ¿Tu vecina la insufrible que siempre te tocaba las pelotas daba el coñacillo en el descansillo? Esa señora ahora, con un «Buenos días, hay que ver lo bien criado que tienes a tu hijo» te tocará la fibra. Y querrás abrazarla. Y te gustará porque será tierno. Ahora tú eres tierna.
  • Humor: este punto me asombra especialmente. Eras una persona normal, que hacía bromas normales (o tronchantes, porque ole tú y tu arte): alguna frase de peli por aquí, un chascarrillo por allá, humor, hacíamos el humor, y muy estupendamente, por cierto. Pues bien, entráis en el hospital para dar a luz y ¡zas!, tres días después te pillas haciendo bromas sobre mojones pequeños que tienen forma de granitos de arroz, y que huelen a paquete de jamón york recién abierto (aprovecho para animaros encarecidamente a que hagáis la prueba: el jamón york huele a truñito de lactante, lo juro -ahora que lo pienso, esto del olor del jamón cocido podría entrar en el primer punto, jojojo, ¡cuánta diversión!-). Es así, el cerebro está como hipercentrao en la tarea de ser padres y las únicas alegrías que se le ocurren son del entorno bebil. Menos mal que entre padres nos entendemos, porque cuando estás a solas con alguien que no lo es…

 

Afortunadamente (creo-espero) esta transmutación va desapareciendo con el tiempo, y un día, un maravilloso día, te das cuenta de que has visto Toy Story 3 (que es lo que vas a ver foreva-an-eva) y no has llorado con el final. Bueno, no has llorado mucho. Bueno, has llorado mucho pero porque joer, es que la parte de… Pero no has llorado en el principio. No con las letras.
Una cosa te digo: si ves que no puedes parar de llorar no te angusties, que hay solución: abre un paquete de jamón york y mete la nariz. Enjoy!
Y vosotras, ¿en qué cosas notáis el cerebro de madre? ¿Aborrecísteis algún olor/sabor? ¿Ahora os mola el comino por encima de todas las cosas? ¿Habéis hecho bromas sobre cacotas? (muajaja, seguro que sí).
Besitos de madre transmutada.

31 respuestas

  1. A mí me ha pasado con el jamón serrano, y yo pude comer en los dos embarazos ; p, bueno que ahora el jamón serrano me huele a moho y no hay manera. Espero que si es recién cortado no me pase.
    Confirmo lo del olor del jamón cocido.
    Y las mejores canciones, las de Peppa Pig.
    Lo de la lágrima fácil no he notado cambios, pero no puedo ver pelis de miedo, aaahhh, sufro alucinaciones en la oscuridad, y si me tengo que levantar a por algo ni te cuento.

  2. Tengo cuatro hijos y los olores de sus cacas si bien se parecen tienen sus diferencias jaja… Y eso tomamdo pecho, yogurt agrio, jamón viejo, y ya no recuerdo los otros. También les sale olor a jamón viejo luego de una siesta en la que transpiran detrás del cuelllo. Todo esto me lleva a pensar con qué ingredientes está fabricado el jamón York?

    Lo de mochila.. Mochila también lo canto aquí em Uruguay , pero ya no la soporto! Ahora estamos con nuestra amiga peppa!
    Me divierte mucho leerte! Besos

  3. Jajajaja lo de hablar de mojones delante de parejas no-padres era algo que tenía claro que no iba a hacer. Pero lo hemos hecho, como otras tantas cosas. En mi defensa diré que tengo unos amigos un poco escatológicos, así que tampoco se escandalizan, jajaja.
    Yo te diré que es raro que yo vea las noticias sin que se me salten las lágrimas, es una caca!
    Mooooochila, moooooochila (nooooooooo)

  4. Jajaja una madre que vive libre de Dora! Afortunada tú! (aforunada por eso y porque te diera por la fruta, japutis)
    Pero algún día caerás, y te pillarás cantando canciones absurdas… incluso estando con otros adultos! Jajajjaa

  5. Jajajaja que no puedan caerse de las estanterías y que no puedan ser alcanzados por nuestros retoños, porque la lían parda!
    Yo le cogí interés al olor de las toallitas del Día: una vez las tuve que comprar porque no había otra cosa y madre mía, cuando las abrí en casa me iba a dar algo… ¡huelen a señora mayor! Y es muy raro que a tu tierno bebé le huela el culo a señora! ajajaja

  6. XD un poco sí que lo estoy! Supongo que será la manera de fugar después de todas las cosas que escucha una en consulta! 😉
    Qué suerte tienes de no sabértela! Aunque también te digo que a parte de canciones de dibus, yo me he pillado tarareando nanas o canciones que le canto a Migordi… ¡estando sola! Es un drama.
    Muchas gracias, guapi, ¡me hace mucha ilu que te hayas reído! jijiji

  7. Jajajajaja jo, eso pasa! Que te empiezan a hablar y de pronto te pillas pensando en yo qué sé! La falta de sueño y el ritmazo que llevamos tienen la culpa! Yo estoy ahora más centrada, pero he tardado dos años en conseguirlo!
    Muchas gracias por pasarte y comentar, Andrea!!!

  8. Jajaja si te digo la verdad yo no me había percatado, hasta que me lo dijo un día Mimaromo, lo olí y… ¡ahg, era verdad! Desde entonces nos reímos cada vez que abrimos un paquete! Eso sí, con independencia al olor, seguimos comiéndolo!

  9. Que madre no ha hecho bromas sobre cacas? Lo mejor es cuando las haces estando con otra pareja y el padre y tu os descojonáis mientras los otros ponen cara de : "pero que puto asco, no?", jejejeje
    Yo lo de la mente de madre lo note sobretodo en que se me olvidaba todo, a mi que soy una agendita con patas, un horror! Porque lo pasaba mal y todo…
    Lo de llorar con todo no se ha ido por cierto, así estamos que ni las noticias puedo ver… En fin! Moooochila moooooochila!!!

  10. A mí la caca lactante me huele a las palomitas de mantequilla guarras esas, que no son ni palomitas ni nada. Totalmente. Lo del jamón de York no lo veo, lo huelo más bien. A mí me ha pasado con los sabores que con el embarazo las cuatro cosas que no me apasionaban… Ahora me gustan mucho. Además ha sido con frutas. El chocolate venia de serie. Así que genial.
    No tengo ni idea de ninguna mochila en canción. ¿Qué tipo de madre soy?

  11. Yo le cogí un asco al olor de las toallitas del mercadona…
    Y mi cerebro se volvió hiperreactivo a cualquier riesgo, no va bien sujeto en el coche, los otros conductores van como locos, ¿el supermercado no ha considerado la posibilidad de amarrar los artículos para que nunca puedan caerse de las estanterías?

  12. Yo creo que he desarrollado un trastorno de déficit de atención. Muero por una conversación ultra emocionante con un adulto y cuando por fin se da, soy incapaz de prestar atención. Me evado, no se donde Pero me evado. Por dios, yo solo quiero que mi capacidad de atender vuelva. No pido mas!

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Foto de Mamen Jiménez en su consulta, sonriendo, y con un vestido rojo

Psicóloga (tengo mi consulta, doy talleres y charlas...), bimami (10 años y 6 años, ole), escribo y dibujo sobre psicología, pareja, maternidad... y lo que surja (o me dé tiempo). Podría vivir a base de gazpacho.
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