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Operación «De fondona a jamona»: the movie

(Nota previa: este post no es de lo habituales en el blog, pero me apetece escribir de vez en cuando alguno así más «las cosas de Maricarmen». Espero que te guste la idea.)

 

Antecedentes

En mi primer embarazo engordé más de veinte kilos. Cuidao ahí: engordé casi un niño de 8 años (mes arriba, mes abajo).

Tras el parto, y a lo largo del siguiente año, perdí todos los kilos esos que se habían hecho un dúplex en mis caderas (todo con primeras calidades). ¿Cómo los perdí? Siendo madre. La verdad es que no hice nada especial (yo también me odio por ello ahora). Bueno, algo sí, cuidar un poco la dieta (todo lo que una primera y desbordante maternidad, junto con ser autónoma, me permitía) y ser madre, que algo quema y sobre todo tonifica los brazos.

Antecedente maléfico: durante el embarazo no fumé nada de nada (lo aborrecí ipso facto, qué suerte tuve), peeeeeeero la cagué meses después y volví. Maaaaaaaaaaaaaaaal.

Dos años después me quitaron la vesícula (por lo visto me sobraba una pieza). Dejé de tener cólicos (no sabes lo que duelen) y, a juzgar por el hecho de que después de comer no quería morir, podríamos decir que fue una decisión acertada . El extra fue que al tener que adaptar el cuerpo a no tener vesícula que controlara la bilis (qué palabra «bilis») estuve a dieta baja en grasa y azúcares durante un mes y pico. Me quedé que vamos, firmaba por ese body right now.

Entonces llamé a las puertas de la bimaternidad. Tras ellas había un bebé maravilloso (que ahora tiene casi 9 meses) y otros veintitantos kilos. La madre que me parió (bueno, la madre que me parió engordó menos que yo cuando estaba embarazada de mí, buuuuhhhh).

Extra bien-mal: ¿qué ha pasado esta vez que no pasó la otra? Que, y pido un abrazo por ello, ¡no he vuelto a fumar! Ni he vuelto, ni quiero volver.

 

Estado de la nación

  • No fumo (¡Bieeeeeeeeeeeeeeeen).
  • Peso 15 kilazos más que cuando me quedé embarazada (¡Maaaaaaaaaaaaaaal!).
  • Me noto mejor en el sector bronquial y pulmonífero (¡Bieeeeeeeeeeeen!).
  • Quiero perder esos 15 kilos porque no me siento cómoda del todo con mi peso actual, pero para hacerlo hay que dejar de comer cosas que me indoman (¡Bieeeen! ¡Ohhhhhhh!).

Chica con carnes preguntándose por qué cuelga carne de los brazos, entre otras cosas

Objetivos

  • Perder 15 kilos (a poder ser sin mucho sufrimiento, jajejijoju)
  • Comer más sano (esto siempre viene bien).
  • No volver a fumar (no, no, no, no, no).

 

El plan

Me he venido muy arriba con el plan (aquí una que es de natural «Si lo hago, lo hago a tope») y estoy dándolo todo.

He empezado con un entrenador personal (personal trainer suena más guay, pero yo no soy guay) con el que entreno una vez a la semana (y me deja un plan para el resto de días) y estoy haciendo una dieta (sana y controlada, que nadie se me ponga nervioso).

Intento ir mínimo una hora al día al gimnasio, pero sin fustigarme si un día no puedo ir (Psiconsejo: ser flexible es importante para lograr los objetivos, porque si no a la primera de cambio que nos saltamos lo propuesto tiramos la toalla).

Voy a decirlo otra vez por si se te ha pasado por alto: tengo un entrenador personal. Yo. Entrenador. Personal. Es decir, una persona que está ahí mirándome mientras la indignidad en formato sudor recorre mi espalda, mientras mi cerebro repite cual mantra «No te caigas, Maricarmen, no te caigas» al bajarme de la cinta (se han dado casos). Pues eso.

De cómo llegué a la primera sesión con el entrenador, de mis expectativas y de lo que realmente ocurrió, voy a hablar en otro post específico (total, si ya he llevado lycra en público, no tengo nada más que esconder).

Amenazo con ir contando mis avances, los mejores momentos en un gimnasio y otras cosas que dan risa y vergüenza (como olvidar llevar algo para sujetar el móvil mientras haces ejercicio, ponértelo en el canalillo y… Bueno, que sorpresivamente no es el mejor sitio). Advertidas quedáis.

 

Cosas positivas

A ver, hacer ejercicio y decir adiós al universo del glaseado industrial no es todo jiji-jaja, a veces echo de menos the good mandanga, pero compensa por muchos motivos.

  • Cuando te pones un objetivo y lo vas cumpliendo te sientes bien (Psiconsejo: siempre es mejor dividir el objetivo en metas más pequeñas para poder obtener refuerzos en el camino al ir lográndolas, y así motivarnos más para llegar al objetivo final).
  • En realidad con todo esto lo que estoy haciendo es dedicarme tiempo y atención a mí misma, y eso, indiscutiblemente, es positivo. Y se nota. Ojo, que esa hora de gimnasio diaria no es gratis: soy autónoma, de manera que para compensar ese tiempo después de la cena, cuando los peques se duermen, me toca sentarme a seguir trabajando un ratito. Pero a mí me compensa. (Psiconsejo: intenta sacar al menos 15 minutos al día para ti, para hacer algo que te guste y que sea de autocuidado. Piensa: 15 minutos no es tanto, seguro que puedes hacerlo. Y oye, si es más, mejor.).
  • Hacer deporte ayuda a no querer fumar again. Y fumar es cacafuti.
  • Puedes llevar mallas impunemente, sin estar embarazada ni nada.

Total, que todo bien. Seguiremos informando.

Besos de madre que echa de menos el chocolate pero con una motivación enormísima.

PD: Repartiendo amor

Quiero mandar un beso a todas las mamis a las que el cuerpo os ha cambiado con el embarazo: sí, las cosas no están como antes, pero el motivo, lo que ha hecho que nuestro cuerpo cambie, es taaaaaan guay, taaaaaan bonito, que pensar en ello ayuda a mitigar un poco el runrún maligno.

Psiconsejo: si hay algo que no te gusta, algo que quieres cambiar, piensa, ¿lo puedo cambiar? Si la respuesta es sí, ¡a por ello! Y si es que no, intenta cambiar la manera en la que te miras, las cosas que te dices: búscale algo positivo, o un lado amable. Tenemos que ser bondadosas con nosotras mismas, que nos metemos mucha mucha caña, ¿ok? (Lo mismo preparo un reto para ver si os pico a cuidaros una mijita. Voy a meditarlo.)

Y besitos también a todas las que habéis dejado de fumar. ¡Ole vuestro pepe de oro, diamantes y rubíes! 😉

 

16 comentarios

  1. Oh!! Estoy igual que tu. He vuelto este septiembre con mi objetivo de perder en mi caso los 20kg que tengo de más desde mi primer embarazo.
    he empezado ya con la alimentación más sana y en octubre cuando tenga a los dos adaptados en el cole empiezo mi plan de gimnasio. A ver si lo consigo!!!

  2. Totalmente de acuerdo con todo lo que has pasado (vesícula incluida), jooo!!, Parece que has narrado mis últimos cinco años, así que desde la experiencia te digo que todo se consigue, que al final te vuelves adipta al deporte y a las mallas y las echas de menos (cómo en mi caso que hay que usar el traje y los tacones a diario), y que cuando te miras al espejo eres capaz de decirte__ ¡¡CERCA DE LOS CUARENTA Y ESTAS TO BUENAA!!__ ese es un súper premio, asi que a por ello guapa!!!

  3. Este post lo podría haber escrito yo. 20 kilillos en cada embarazo, dejar de fumar… y gente que te dice «estás mejor ahora más gordita que no tan flaca que eras»
    La verdad es que toda la vida acostumbrada a que me dijeran «pero tú comes?» ahora me siento rara y a días no me molo mucho. También tengo plan en gimnasio y lo mismo, al ser autonoma me estoy quitando ese rato de trabajar y luego hay que recuperarlo. Es todo tan complicado..

    1. Es requetecomplicado, pero lo que es evidente es que cuidarnos, dedicarnos tiempo y mimos, nos sienta genial. Es más, se trata de una necesidad. A lo mejor no se puede hacer todo lo que queremos, pero algo sí. Poner objetivos realistas es fundamental para no tirar la toalla. Mucho ánimo, guapa, y a ver si cada vez hay más días de «me molo mucho» que de los de «no me molo»!!!! Muuuuacas

  4. Yo estoy con el objetivo de 8kg. Empecé el 1 de septiembre. Sin agobios pero cuidando la alimentación, ya llevo 3!! Yujuuuu! Hacía desde mi segunda y última hija que quería hacerlo y nunca veía el momento ( tiene casi 7 😅). Ánimo y a por todas!!!

  5. Jajajajajajajaja, ya sabes que yo estoy metida de lleno en esa operación #fueralorzasbienvenidajamona!!! Poco a poco, pero con este humor se lleva todo mejor! Mi siguiente objetivo es dedicarme unos minutillos al día para mí y mi autocuidado, eso es lo que más me cuesta…¡Lo conseguiremos! Con mallas y a lo loco!!!

    1. Ay, qué bonito, guapa! Me alegro de que te sienten bien mis cositas, jejeje. Estoy contigo, la vida con humor es mejor (y hacer deporte en mallas también es mejor si te ríes, jajaja). ¡Ánimo y a por todas!

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Mamen Jiménez - Psicóloga

Psicóloga (tengo mi consulta, doy talleres y charlas...), bimami (6 años y 2 años, ole), escribo y dibujo sobre psicología, pareja, maternidad... y lo que surja (o me dé tiempo). Me gustaría dormir más. ¡Bienvenida!

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