Te guste o no te guste San Valentín, esto que te propongo te va a indomar el alma, el corazón y todo: se trata de 5 cosas que de verdad hacen que los padres disfrutemos San Valentín… y la vida en general. Ya verás.
Para empezar necesito que utilices tu imaginación, fuertemente, porque lo que te voy a contar es ciencia ficción casi: imagina que este sábado vais a estar tu chati y tú solitos en casa, desde el amanecer. Que sí, que este sábado no es 14 de Febrero, pero mira, los padres celebramos San Valentín cuando podemos queremos, hazme el favor de no ponerte hiperrealista que si no esto no va a funcionar y/o va a perder efecto la experiencia.
Pues eso, por algún motivo mágico en el que no vamos a entrar, cuando despertáis los niños no están (y ojo, sabéis que están bien, atendidos y cuidados, porque si no a ver quién cojones celebra nada con semejante susto vital). Digamos que es como cuando en los sueños das por sentado algo, sin saber muy bien qué ha pasado. La cuestión es que como sabíais que ibais a despertar solos, son las 11:00 de la mañana cuando abrís los ojos. La gloria viva así ya de buena mañana.
Lo primero que os pasa es que os duele la espalda de haber estado tanto rato en la cama. Lo segundo es que os cruje el cerebro porque no está acostumbrado a semejante descanso. Lo tercero es tardáis un rato en aceptar que estáis solos y escucháis «Mamá y papá», aunque sepáis que vuestros peques no están en casa, es la esquizofrenia de padres, que nos juega malas pasadas, la jodía.
Pasado este momento de descanso nivel absurdo, mientras os refregáis por las sábanas como si fuerais un gatito o la protagonista de cualquier anuncio de perfume (¿por qué pasa esto tan frecuentemente? Yo lo llamo «Estar rañau«, que es cuando te pones así golosón y disfrutón en la cama, rrrrrrrr. Si tienes hijos esto te pasa pocas veces, también te lo digo), empieza vuestro día de San Valentín… de padres.
5 ideas para celebrar, de verdad, San Valentín cuando tienes hijos
¿Y cómo es eso de un San Valentín de padres? Aquí te dejo 5 ideas para celebrarlo y poneros tiernos y palote a partes iguales en este día en que, oh, milagro del amor, estáis solos en casa.
- Desayunar. Pero Mamen, dirás preparar un desayuno romántico, ¿no? ¡Que es San Valentín! ¡Qué romántico ni romántica! Piensa en que vais a poder desayunar sentados, del tirón, tomándoos la comida calentita, ¡el café caliente sin haber pasado siete veces por el microondas!, sin ruidos e incluso pudiendo hablar entre vosotros de vuestras cosas. Vamos, si me dices que con esto no estáis los dos indomables en plan «hervir», yo ya no sé…
- Ducharse juntos: la experiencia de estar en el baño con otro ser humano que no salpica, que no se tira pedos bajo el agua (hoy no, al menos), que no quiere meter en la bañera a los Playmóbil o a los Pingüinos de Madagascar (salvo que sea algo que a los dos os apetece -mira, en la vida hay de todo, yo ya no me sorprendo de nada-), estar mojada, pero porque estás DENTRO de la bañera… oh, madre, eso es la pera.
- Ver una peli: una en la que hay actores adultos haciendo cosas, no animales que hablan o aviones entrometidos que reparten parquetes
y tópicospor el mundo. Ver una peli ENTERA sin dormirte, sin visitas sorpresa en el salón (esas que aparecen en mitad de la peli, en silencio, sin esperarles, y que te provocan un microinfarto). 2 horas, 120 minutos prestando atención A UNA SOLA COSA. - Salir: ¿A comer, no? ¡No! Bueno, luego también, pero ahora me refiero a que disfrutéis de la sensación casi paranormal de salir de casa SOLOS, es decir, sin tener que vestir a nadie más que a ti mismo, saliendo por la puerta en el momento exacto en el que quieres, sin tener que volver a subir por el ascensor cuando ya estás en la calle porque alguien se ha dejado un dinotransformer en casa y no puede vivir sin él… Salir. A la primera. Orgasmo del amor.
- Deciros cosas «guarrindongas»… pero no «Tu niño se ha cagao que le ha llegado a los sobacos. Mira, te mando una foto para que lo veas«, sino cositas verdes que te pongan indomable el corazón y otra parte del cuerpo que está más abajo.
Qué, ¿celebramos San Valentín? Ya me contaréis.
Besitos de madre que está a tope de curro porque está terminando una cosa muuuuuy chula que saldrá en unos meses y que me tiene agotada pero feliz. ¡Ya os contaré más!
Mamen
2 respuestas
Uf, ¿y qué hago yo con este hombre? …. Pasamos el san valentín con no sólo los niños, sino toda la familia metidos en casa por obas suyas en la vivienda 😐
Pero bueno, confiando en poder poner en práctica estos consejos para el siguiente finde, que es mi cumple 🙂
Gracias!!!
Laura
Ja jaja. Me encanta. Me apunto a la ducha los con mi pareja…. buf hace eso que no pasa… porque el salpicado masivo del baby no cuenta cómo ducha conjunta, no?
Sugerencia para una entrada futura (si no la has hecho ya, que todavía me estoy poniendo al día): día de la Madre de verdad! Para mi con tener dos horas para ir a la pelu y ver alguna cosa en las tiendas para mí ( no para la casa, ni el baby, ni el Sr Esposen) me conformo. Y si ya me lo puedo probar en el probador sin interrupciones sería la monda!
Enhorabuena por el blog. Me encanta. Besotes y muchas energías para tu proyecto