Los seres humanos tendemos a amar la ganga, el ahorro, el chollo. Buscar la oferta nos encanta, y más cuando eres madre, momento en el que te conviertes en profesional del tema (por necesidad, vaya).
¡Ay, qué gusta a una mami una etiqueta roja! Y ya si trae dibujado el símbolo del porcentaje, bueno, bueno, se lanza una a por ello como una fiera ibérica. Las madres somos capaces de distinguir las palabras «Rebajas» y «Oferta» a kilómetros de distancia: puedes ir paseando, charlando y atendiendo al peque, que como haya un cartel con ellas cerca (pongamos… en un radio de hasta 2500 metros, que es lo que alcanza la súper visión maternal), lo ves… y vas a «oler», claro. Porque si algo conlleva inherentemente la maternidad es un máster en economía (y en tentación, también os lo digo).
Es curioso, que te digan que esa prenda que llevas tú (o tu peque) es muy bonita, o que te queda genial, activa un resorte que tenemos instalado no sé dónde, que hace que por nuestra boca salga, inmediatamente, la siguiente frase: «Pues me costó ná, siete euros, porque pillé una oferta…» (decir el precio de las cosas es muy, muy de madre). Pronunciar estas palabras y sentir una ola de satisfacción y orgullo supremos es todo uno. Pero esto no es nuevo, estoy segura de que ya les sucedía a nuestros ancestros, esto viene de cuando vivíamos en las cavernas por lo menos:
- Ay, Cronk (los nombres en aquella época eran así) qué mona tu piel, te hace más peluda (los pelos eran un valor en alza por entonces)
- ¿Si? Pues no me costó nada, me la encontré tirada al lado de un montón de hojas allí cerca del valle de los mamuts.
Y eso se quedó en nuestros genes, el subidón por haber conseguido algo molón sin morir en el intento. ¡Bravo!
Lo que pasa es que no siempre encontramos exactamente lo que esperábamos en las rebajas. Y no, no lo digo porque la calidad de las prendas sea menor (sí, el toooooongo rebajil existe), sino porque también inherente a esto de ser madre, está un síndrome curiosísimo: el «Todoparaminiño crónico«. No importa que necesites unos vaqueros como el comer (porque no entras en los que tienes), no importa que tu armario esté tan desfasado que al abrirlo suene el «Wannabe» de las Spice Girls… No importa nada: cuando eres mami y vas de compras, sí o sí acabarás con cosas para tu peque (que no le falte de ná a mi niño, que no, que no).
¿Tú también eres víctima del «todoparaminiño crónico»? ¿Has entrado alguna vez en una tienda a comprarte algo y has conseguido salir de ella sin una camiseta, aunque sea, para tu peque? Es muy difícil.
Besitos de madre amante de las ofertas
24 respuestas
Mu dura, mu duraaaa!!! Es que pasa eso, tal cual, que como no te encanta tampoco lo que te pruebas (porque nos vemos como nos vemos, pero eso es otro tema) y a ellos sí que les queda bien todo y encima lo necesitan… pues ahí lo tienes! Ay!
Jajaja Mimaromo dice que es "Vetusto digital" porque tampoco se apaña (ni le encanta) lo de comprar online XD Pero es que es taaaaan cómodo que lo estoy arrastrando al lado oscuro. Con el tiempo que tenemos, efectivamente, comprar por internet es casi necesario (a parte, como decía Paula, es que en las tiendas a veces es raro, jijiji)
jajajaja tía, las campanas… el otro día me probé unas y fue excatamente igual que cuando me puse por primera vez unos pitillos: ¡Esto me queda fatal! jajaja Tengo poca memoria estilística, y me cuestan los cambios XD
PD: lo de pedir para reyes es fundamental, porque si no es verdad que ná de ná!
Jajajaja Zara, y H&M y todos! Además, al ritmo que crecen es que no hay más turrón (esa es mi excusa, jajaja). ¿Estás más delgada que antes de quedarte embarazada? ¿En serio? Te hago la ola!!!! 🙂
Yo, entre que veo más sus necesidades que las mías, y que me veo horrible con cualquier cosa que me ponga, lo normal es que siempre salga sin nada para mía de las tiendas ¡¡ains, qué dura e sla vida de la madre!!
🙂 ¡Totalmente! Yo estoy intentando comprar lo que necesitemos online porque ir a una tienda resulta misión imposible pero el papá en prácticas no acaba de pillarle el punto y nos arrastra a comprar en vivo y en directo. Ay!
Aquí servidora también sufre de eso, pero creo que nos pasa a todas! Yo por eso aprovecho los Reyes para pedir ropa porque sino no renuevo el armario ni pá saber morir! Vamos wanabe es poco, menos mal que las campanas han vuelto a ponerse de moda! jajajajajaja…
Con na, ¿te refieres a 2 € menos que su precio normal? Je,je,je. Yo me he sentido un poco monguer en las rebajas camisetiles aunque es cierto que si compras cuatro te sale una gratis. Je,je,je
Besis, reina
Jajajja! Me meo! ( y perdón) jajaja, el mío solo tiene 4 meses y ya lo padezco!! Lo bueno es que he bajado de peso más de cuando me quedé embarazada, y de ropa cou reciclando, pero un par de vaqueros me siguen haciendo falta!!!! Lástima, que como dices, Zara tenga esa ropita taaaan mona….
��
Lo del precio es que es la monda! Yo no me había percatado hasta que Mimaromo me lo dijo un día jajaja Y es que no lo puedo evitar!!!
Zapatos y rebajas en la misma frase = perdición. Aunque desde hace tiempo yo he optado por menos pero buenos, para mi y para el peque. Los doloridos pies de una madre que no para lo necesitan. Jajaja
Con niño y niña se abre un mundo de tentaciones… madre mia!!!
Internet es maravilloso para eso, yo también compro ya casi más online que en tienda… menos los vaqueros, que eso es que me lo tengo que probar y bien probao!
En navidad me senté delante del ordenador en busca de un autorregalo molón (porque si), pero acabé comprando libros para el peque. Y me quedé más a gusto que todas las cosas, también te lo digo jajaja
No la hay, no la haaaaay!!!! Es que no falla! Ayer fui a por cosas de arriba para mi (por puritita necesidad), y aunque conseguí lo que buscaba, me volví con ropa para el peque!!!! En mi defensa diré que es que ha pegado un estirón y las camisetas ya le quedaban ajustaditas jajaja
Jajajaja Antonio Machin, jajaja Qué arte! Si te digo la verdad a mi tampoco me gusta ir de compras así por ir… y cuando lo hago, porque toca o hace falta, voy sola, que tardo cero coma porque voy a tiro hecho. Internet además me ha facilitado la vida lo más grande en este sentido!
Ay, Antonio Machin… que me parto!
Nosotros también hemos optimizado las compras… mucho chándal para la guarde y dos o tres cosas para los findes, pero pese a eso te diré que ayer entré en Zara y salí con cuatro camisetas (es que al ritmo que come y mancha nunca vienen mal, y me costaron na jajaja)
Jajaja totalmente!!! No hay vez que me compre algo sin sentirme culpable!!! (Aunque te diré que eso me pasaba ya antes de ser madre… jijiji) Un besote, bella!
Jajaja Me acabas de retratar. Desde lo de decir el precio de las cosas (yo antes no lo hacía de verdad, pero ahora es que se me escapan de la boca sin que pueda retenerlas) hasta lo de salir de compras y volver sin nada para mí (ni siquiera las gomitas). Con lo que me gustaba a mí ir de compras! (también tenía algunos kilitos menos y todo sentaba mejor, así que eso animaba más a las compras 😉
Yo desde que soy mamá solo salgo a comprar básicos y encima también se me van los ojos en cosas para mis niños. Que además tengo niño y niña, es decir, tentaciones a dos bandas, sobre todo por parte de niña, que ya veras lapsicomami si tienes algún día una retoña: no cantaras quenolefaltedena sino nomegustaquealostorosvayassinminifalda, ni sin esas bailarinas talla bebe que cuestan 50 eurazos ni sin ese vestidin tan mono con el que va a ir taaaan cuca…
Solo me olvido un poco de mis niños y me centro en mí cuando se me cruzan unos zapatos que me gustan y rebajaos, pero AY, como en la tienda haya zapatos infantiles de rebajas volvemos a lo mismo…
En fin
D.
Total! Además cada día me siento más torpe en una tienda, como que me veo allí perdida y no sé para donde mirar. Por eso me he pasado a la compra online, aunque incluso en esto caigo más con el pichón que conmigo.
Odio ir de compras porque vuelvo solo con cosas para ellos. Ayyy tengo un todoparaminiño crónico, donde hay medicación doctorrrrr
Odio ir de compras porque vuelvo solo con cosas para ellos. Ayyy tengo un todoparaminiño crónico, donde hay medicación doctorrrrr
Yo la verdad es que no compro mucho, ni pá los churumbeles ni pá mí. Pá los churumbeles me han dado millones de cosas y pá mí….no me gusta ir de compras, en mi armario más que el wanabi casi que suena Antonio Machín, por lo menos!
Talmente. Jajaja. Yo con lo que me identifico también a tope es con lo de los gallumbos y calcetines para el padre jajajaj. También es cierto que como me falta media (una) talla para volver a mi ropa de antes vivo en un embarazo perpetuo, es decir, con tres pantalones porque, total, para qué me voy a comprar nada si ya mismo me vale lo mío. Lo mío que ya mismo canta Guanabi también porque del último cierre de cremallera de antaño va a hacer casi tres años. Pero mira, eso que me ahorro y como lo de arriba me vale, pues vamos tirando. Por otro lado he hecho promesa de mínimos para no comprarle más que lo justísimo y necesarísimo al peque ya que eso tampoco lo valora él.
Un puntazo el post, como siempre.
Reverencia, reverencia, reverencia, reverencia, reverencia….y cuando al fin te toca a tí, te invade el sentimiento de culpa definitivo que va a hacer que no vuelvas a por ropa otros quince años más. ¿o no? UN beso!!!