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La vuelta al cole

Bueno, niños y niñas de la vida, el verano definitivamente se ha ido al carajo se acaba, y con él se van las siestacas supremas (de baba y posterior indigestión, como debe ser), el relax, la calma, el descansar, las resacas por las fiestacas, los homenajes sin parangón… Ay, se van todas esas cosas que caracterizan las vacaciones de verano. LAS VACACIONES DE VERANO DE TU VECINO, digo, el que no tiene niños, porque lo que son las mías, de esto que cuento más bien poco (dejadme un momento para la queja, compartidla conmigo).

 

Vaaaaaale, sí que he dormido algún día hasta tarde, sí que he salido de copichuelis con Mimaromo (y sin él), sí que he podido leer (ja) una mijita, pero vamos, nada que ver con las vacaciones del año pasado (con retoño de pocos meses, muy calmadito, que aún no andaba y gateaba leeeeentamente), y ni te digo con las de hace tres años (no retoño).
Ahora bien, han sido memorables: entre campo, playa y montaña, Migordi ha ido mutando (más, y ya de manera definitiva e irreversible, me temo) en niño salvaje, muy muy salvaje, pero también feliz de la vida. Y claro, una que es madre y que lo ha tenido en sus entrañas (aprox.) pues disfruta con estas cosas como si de una siesta diaria de dos horas se tratase (jajajaja jajajaja jajajaja guiño, guiño).
Total, que cuando tienes niños, al final, necesitas unas vacaciones de las vacaciones 
(y con esto me refiero a soledad, o como mucho, en un acto de amor sin precedentes, parejismo). 
Pero sabemos que eso es imposible. Lo sabemos nosotros y lo sabe el universo, es por elllllo (entre otros motivos, a parte de por aquello de formar a las nuevas generaciones, aportar cultura y esas cosillas*) que unos sabios inventaron el cole.
*Entiendan el tono, porfaplis. 

 

Lo jodido de esto es que como las mamis luego somos todo ternura y amor, en el fondo nos da pena esto de separarnos de los retoños. Curioso. Síndrome de Estocolmo clásico, lo llamarían algunos.
Es así, te entra un no sé qué…

 

Pero no pasa nada, todo se supera. Se supera exactamente en el momento en el que dispones, aunque sea el primer día, de cinco minutos para ti. Eso, amigos, es magia, ilusión, fantasía. Luego te entra la pena (y la culpa, y la culpaaaa, claro), y así hasta… Bueno, cada una lo gestiona como puede.

 

Y vosotras, ¿cómo lo lleváis? ¿Montadas en el carrusel? ¿Dominada la culpa? 
Yo, mañana, que Migordi empieza la Escuela Infantil (1 horita) voy a… Ay, yo voy a hacer lo que pueda. (Y sí, estoy algo nerviosa, pero creo que él se lo pasará genial -y yo también-).

Besos de madre pre-vuelta-al-cole.

PD: Este es el segundo año de Migordi en la Escuela Infantil, si quieres saber cómo me lo pasé viví el primero, puedes leerlo aquí: El periodo de adaptación a la Guarde/Escuela Infantil

14 respuestas

  1. Es que lo de "las cosas clásicas de vacaciones" cuando tienes retoños cambian (o desaparecen) jajajja
    Está claro que cuando a ellos les ves bien es todo mucho más fácil, y a fin de cuentas es lo importante! (y luego está el extra de la liberación, jjijiji)

  2. Jijiji. El primer día de Migordi también fue así, y te diré que estar allí un ratito con él, jugando con las cositas con las que jugará el resto del año, viendo a sus compis, a la seño… eso da calma de espíritu. Ojalá le mole a tu retoño (y a vosotros), hermosa!!!

  3. Paulaaaaa, jamía, leyendo tu post y esas cosas que te imaginas (lo del letrero en la puerta es de juzgado maternal de guardiaaaa) no me extraña que lo vivas reguleramente, jojojojo.
    Ya verás que todo va a ir canela fina, ¡lo deseo de todo corazón! 😉 Tu niño va a poner firmes a sus compis, jajaja

  4. jajaja Esa sensación es moooortal! Tómate un día para ti, ¡es justicia divina! Y luego poco a poco ya vas organizándote. (Además, y no quiero ser agorera, pero es posible que en breve se pille un resfri y la tengas en casa de nuevo unos días, jojojojo -basado en hechos reales-).

  5. Jajajaja, lo que me he podido reír con lo de las vacaciones del vecino! Jajajaja Monstruitomayor ha empezado también el cole este año, yo lo llevo bien, encantada de tener un ratito cada día de monomadre pero claro, porque a él lo veo contento, si no se adaptara empezaría el carrusel seguro. Un besote!

  6. Yo es que lo voy a notar poco, porque entro a trabajar antes que él y salgo después de que él salga. Eso sí, espero que acabe agotado por el madrugón y por la actividad y que así se duerma más pronto y duerma del tirón.
    Besos y aprovecha lo que puedas.

  7. Si es que lo que tenemos si que es un síndrome de Estocolmo en toda regla! jajajaja
    Lo mejor es llegar a casa y tener tantas cosas que hacer que no saber que hacer! jajajaja… Esa sensación de tener que aprovechar el tiempo si o si! Que mala es!

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Psicóloga (tengo mi consulta, doy talleres y charlas...), bimami (10 años y 6 años, ole), escribo y dibujo sobre psicología, pareja, maternidad... y lo que surja (o me dé tiempo). Podría vivir a base de gazpacho.
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