BLOG

La culpa en la maternidad

La maternidad tiene cosas preciosas, pero a menudo en el pack también vienen miedos, soledad, dudas y CULPA, mucha sensación de culpa. Igual te suenan, ¿verdad? Ay, para muchas han sido (y son) compañeras de viaje en esto de ser mami.

Hoy vamos con la culpa, ¡¡¡la culpa, culpita, culpa!!!

La culpa maternal

Esa sensación de no estar haciendo suficiente, no saber lo suficiente, no ser suficiente; ese miedo a cometer errores (esa certeza de estar ya cometiendo errores), con la presión de que nada de eso debería suceder(me).

Varios bocadillos de pensamiento, en los que se leen mensajes como "las demás madres...", "tengo que..." o "no debería haber hecho/debería hacer...", mensajes que aparecen y alimentan la sensación de culpa de las madres



Algunos detonantes de la culpa maternal/en la maternidad

Hay muchos, muchísimos, miles de detonantes, de situaciones que hacen que nos sintamos culpables. Si hacemos algo porque lo hemos hecho (y no bien) y si no lo hacemos, porque no lo hemos hecho. Siempre va a haber algo con lo que nos podamos meter caña, amigas. Saber detectar los detonantes ayuda a que los neutralicemos y no nos activen la culpa chunga.

Vamos con unos cuantos hits de la culpa maternal:

  • No he estado presente esta tarde cuando jugaba con mi peque (he mirado el móvil).
  • Me he escondido un rato en el baño.
  • Hoy no le he leído antes de dormir.
  • He tirado algunos dibujos que me ha hecho.
  • Me he enfadado.
  • No hemos ido al parque.
  • La comida de hoy no era supersana.
  • Me he comido unas chuches que le dieron el otro día en un cumple.
  • He perdido la paciencia.
  • Etc.



Qué genera el sentimiento de culpa cuando somos madres

El sentimiento de culpa en la maternidad tiene que ver, entre otras cosas, con:

  • La “maternidad BIEN”, la chupi, el modelo social ideal de ser madre. La cuestión es que “ideal = no real”, pero es muy complicado desligarse de ello y es nos puede llevar a colocar listones tan altos como la luna, ay, ay.
  • Lo exigentes que somos con nosotras mismas. Pero ojo, que esto no sirva para meternos caña extra (“Es que soy demasiado exigente…”), porque si somos exigentes es, entre otras cosas, por el modelo (punto anterior), porque no podemos “fallar” (lo que sea que signifique eso), porque “tenemos que” ser infalibles, saberlo todo y ser la pera en cada instante, ser SUPERMAMIS, SUPERMUJERES. Jo, menuda losa, amiga.

Si a esto le sumamos que ahora mismo estamos expuestas y tenemos a mano toneladas de información, y que a veces (muchas veces) esa información es contradictoria (lo que dice tal profesional, lo que te dice tu madre, tu amiga, la influencer de turno…), pues sucede que la culpa abraza a la duda y se van de fiesta: “Pero entonces, ¿qué es lo correcto?, ¿qué es “lo mejor”?, ¿qué es lo que “tengo que” hacer?” (De las dudas y de fuentes fiables hablamos otro día).



El bucle de la culpa cuando eres madre


En realidad hay mil bucles distintos, mil cadenas que nos llevan a sentirnos fatal.



Qué puedes hacer para sentirte menos culpable como madre

Esto es un post y por tanto jamás puede sustituir a un proceso terapéutico, ni es la panacea/solución única y universal, ni nada de nada de esto (que no te vendan motos, ains), pero entender por qué nos pasan las cosas, tener información y oye, cuestionarnos ese modelo de mierda, no realista y asfixiante, puede ser bonico.

Sip, cuestionarnos algunas de esas cosas que nos hacen sentir culpables puede ayudarnos a no comprarlas, o al menos a no tenerlas escritas en piedra.

Vamos a por ello:

  • Esa maternidad que estoy viendo en redes, ¿es real o hay un nivel de producción más grande que en Avengers?
  • El malestar que siento, ¿es ajustado con respecto al hecho en sí, o me estoy castigando (de un modo desproporcionado, además)?
  • Esto por lo que me siento culpable, ¿es algo realista que de verdad podía/puedo hacer o me estoy exigiendo una barbaridad para lo que viene siendo una “persona humana”?
  • La maternidad de esa persona con la que me estoy comparando, ¿se da exactamente en el mismo contexto que la mía? ¿Tenemos exactamente las mismas circunstancias, necesidades, etc.? ¿Somos la misma persona?
    • Si la respuesta es NO (siempre va a ser no), ¿tiene sentido compararnos? ¡¡¡¡NO!!!!


Te he soltado una chapa fenomenal (la brevedad nunca fue mi fuerte, jojojo), pero espero que te haya resultado, aunque sea una mijita, interesante.

Si crees que puede serle útil a alguna mami de tu entorno, compártelo con ella, porfi. Hablar de esto y comprobar que es algo que “no solo me pasa a mí” da puntos de vida, te lo aseguro. Que levante la mano quien se haya sentido alguna vez así. ¡ABRAZO A TODAS!

Mamen


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ENTRADAS RELACIONADAS

* Esta soy yo *

Foto de Mamen Jiménez en su consulta, sonriendo, y con un vestido rojo

Psicóloga (tengo mi consulta, doy talleres y charlas...), bimami (10 años y 6 años, ole), escribo y dibujo sobre psicología, pareja, maternidad... y lo que surja (o me dé tiempo). Podría vivir a base de gazpacho.
¡Bienvenida!

* Buscar *

Buscar

¿Quieres que hable de algún tema concreto en el blog?

* Categorías *

* CON HONOR *