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Mitos sobre sexualidad: el sexo bien™ tiene que ser espontáneo para ser de 10


Sobre el SEXO BIEN™ tenemos un buen puñado de creencias y reglas. Y todo lo hagamos que no las cumpla con ellas es categorizado inmediatamente como «sexo de segunda» (un sexo menos bien, uno que aporta menos brillo en el cutis, que da menos puntos de carisma y contiene un 10% menos de tensioactivos). Uno de estos mitos sobre sexualidad, de estas creencias, es que el sexo de calidad suprema es el espontáneo (¡tachan!). Y como eso contiene cero unidades de verdad y puede hacernos la puñeta, vamos a desmontarla una mijita y a ver un plan alternativo que sí que nos va a dar gloria para el cuerpo.

¡Todo espontáneo! Hago chas y aparezco a tu lado y te pongo indomable

Jueves. 20:31. En casa. Cada uno está a sus cosas. Te miro. Me miras. Lo hacemos. Y como es espontáneo, pues nos dan veinte puntos extra en el carnet de «folladores bien». Esta escena, además de peliculera, es mentira (y si tienes niños… vente, riamos juntas al imaginarlo).

Una de las creencias, de los mitos, que marca el modelo social de lo que es el Sexo Bien™ es precisamente que tiene que ser espontáneo. Bajo esta premisa, si lo planificamos pierde propiedades de cachondismo, si lo agendamos es triste y mustio y puede contener trazas de aburrimiento. Pues bien, esto no solo no es cierto, sino que además nos puede hacer la puñeta y llevarnos a disfrutar mucho menos de nuestra sexualidad… o incluso a no disfrutarla nada de nada. ¡Ups!


El problema de estas ideas y modelos

Que te guste El señor de los anillos (o el WoW o estés a tope con The Last Of Us –maemía, mandanga de la buena-) no es un problema de entrada, PERO si tras estar con tu pareja le dices que ese encuentro que habéis tenido no ha molado porque cuando te has puesto el anillo (para el pene, por ejemplo) no has conectado con Sauron vía satélite, pues… ahí sí que hay un tema, ¿no te parece?

Esto es lo que pasa con las creencias poco ajustadas, poco realistas, sobre las relaciones sexuales: al final como pensamos que «tiene que ser así para que sea bueno» tomamos esas reglas como los criterios de evaluación, y claro, cuando no se dan pues pensamos que hemos fracasado miserablemente en nuestro intento de ganar las follaolimpiadas.

Si no es como «debería» ser, si no siento lo que «debería» sentir, si no… pues es que no está yendo bien, ¿no? Y entonces eso que podría ser -y estar- riquísimo se queda en nada, pasa de ser como esas sirenas y tritones lustrosos, primos de Aquaman, a ser los bichillos escuálidos que guarda Úrsula de «La Sirenita» tras haberlos timado malamente (cantemos: ¡Poooobres almas en desssgraaaassssiiaaaaa!).


Pero es que si no es espontáneo…

  • «Es que si no surge de manera espontánea es que algo va mal…»
    • En la vida hay mil cosas que nos encantan y que son planificadas a tope, con cero impro. Es más, es que o se planifican o no suceden. Piensa en algunos ejemplos, no tardarás nada en encontrar sssientos de ellos. ¿Quedar con tus colegas a ver un partido -que está programado por la UEFA desde hace meses- lo hace menos guay que si fuera improvisado? ¿Ese café que por fin se ha dado y que se alarga gloriosamente porque estás más a gusto que en brazos vale menos que si no lo hubierais agendado y fuera espontáneo? VAMOS A VER.
    • Es más: ¿ese partido o ese café los podrías haber disfrutado si no fuera porque HABÍAS QUEDADO y estaban agendados? Yo diría que las probabilidades son de entre cero y nada.

  • «Es que si lo planificas es menos magia, menos pasión, menos todo…»
    • A ver, my friend, que estamos hablando de sexo, no de un jueves en Hogwarts.

Dale a tu cuerpo alegría, Dumbledore
  • «Es que al principio, cuando no convivíamos, sí que era espontáneo a tope»
    • Fun fact: cuando erais chatis tampoco era tan espontáneo como te crees. Esa idea que tenemos que de que el sexo en los inicios de una relación (cuando no hay convivencia, vaya) es pura espontaneidad, 100% pasión sin control, un aquí te pillo, aquí te mato non stop… es mentirijilla.
    • Ese sexo que recuerdas como fogoso, espontáneo y glorioso, ¡en realidad no podía ser más planificado y anticipado! ¿O cuando quedabais el sábado (y os poníais colonia hasta en el ojete) no ibais a tiro hechísimo -después de no haberos podido ver en toda la semana- A POR ESO? Ejem. No tengo nada más que decir, señor juez. Gracias.


Agenda y disfruta

Si para cenar en tu restaurante favorito reservas (o te quedas sin comer allí), y no por eso te gusta menos…

Si los días y las semanas se pasan que ni te enteras y al final las noches son sofá, peli y KO técnico en un bucle sin fin, con cero unidades de variedad y novedad….

Si miras a tu pareja y oye, te acuerdas de que gusta la criatura y de que estaba rico frotarse…

¿POR QUÉ NO AGENDAR UNA CITA Y JUGAR A SEDUCIRNOS UNA MIJITA, AMOR?

Remember:

  • Fuera mitos sobre sexualidad: no hace que sea menos mágico, ¡hace que sea posible! (Importante esto, porque si no sucede, si no os encontráis, a ver cómo os tocáis).
  • Al pensar en lo que vais a hacer tal día ya vais «salivando» con la anticipación ¡y eso está rico y pone indomable! Sip, pensar en lo que vamos a hacer es EXCITANTE.

Pero de esto de anticipar y paladear y excitarse hablaremos otro día, que ya te he soltado una chapa la mar de maja y es sábado y tienes cosas que hacer, como hablar con tu pareja para ver qué hacéis esta tarde-noche.

BONUS para peña con peques: igual irse de casa a cenar por ahí cuando tienes criaturas sobando plácidamente, y dejarlas solas, está mal e incluso es ilegal. Si no os podéis escapar no pasa , vamos a convertir lo ordinario en extraordinario y le damos vidilla a la semana: cenar tenéis que cenar, ¿verdad? Pues vamos a darle un puntini de brillito: cambia el pijama de franela o coralina por ropa no tan homewear, my friend, prepara una cena un poco menos de batalla, pon música (que no sea Pica Pica), y cuando tus peques estén en la cama, ¡hora de ser pareja!

  • Regla: no se habla de peques.
  • Propuesta: después de la cena… ¿qué tal un masajito por turnos, desnudos y con primor?

Bonus reglas/consejos para citas parejiles:

  • Lo bonico es que la cita se prepare entre ambas partes: si una de las partes siente que tiene que promover la idea y ejecutarla… le va a dar bajona. Los cuidados, el interés por las cosas en común, se traducen en unidades de amor, así que ya sabes… ¡en pandi!
  • Si no podéis organizarlo juntos, pactad de qué se encarga cada uno 🙂
  • En los días u horas previas, ve pensando qué te apetece hacer (y que te hagan), lleva propuestas (viva el i+D), etc.
  • Si por lo que sea pasan cosas y no se puede hacer o una de las partes tiene que cancelar el plan… quien cancela se encargará de organizar la siguiente. De esta manera la bajona… es menos bajona. 🙂

Bueno, peña, a disfrutar.

Espero que te haya gustado este post, y que si lo pones en marcha te acuerdes de mí te lo pases pirata. Ya me contarás, si quieres, jejeje.

Mamen

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Foto de Mamen Jiménez en su consulta, sonriendo, y con un vestido rojo

Psicóloga (tengo mi consulta, doy talleres y charlas...), bimami (10 años y 6 años, ole), escribo y dibujo sobre psicología, pareja, maternidad... y lo que surja (o me dé tiempo). Podría vivir a base de gazpacho.
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